Cada vez más escuchamos cuán importante es emprender con propósito, hacer las cosas con propósito. Pero una organización con propósito cuyos líderes no descubrieron el suyo, es en algún punto incompatible. Los líderes conscientes de su propósito personal llevan adelante a las organizaciones como si fuera parte de su misión de vida.
Puede que muchos crean que no tienen un #propósito personal, pero eso no es así. Si aún no lo encontraste, seguí buscando, hacia adentro. Descubrir el propósito personal de uno tiene que ver mucho con la historia de vida y las situaciones que cada cual fue atravesando. Algunos tardan más, otros tardan menos en descubrirlo. Pero el propósito está ahí, disfrazado de potencial, de talento, de "lo que se da fácil". No conlleva esfuerzo, si mucho trabajo quizás, pero cuando uno se alinea con su propósito, todo comienza a desenvolverse armónicamente.
El propósito es la sal de la vida. Uno puede vivir toda su vida "normal" o puede buscar y seguir su propósito, para llevar el día a día a otro nivel. ¿Cómo te das cuenta cuando lo encontraste? Porque te sentís pleno, completamente feliz, sentís que cuando estás haciendo eso que tiene que ver con tu propósito, se diluye el tiempo y el espacio, sentís que te expandes, que estás haciendo bien, que hay algo más en ese ahí y ahora y que lo que estás haciendo es tan trascendental como simple.
Me inspira mucho ver cómo emprendedores que viven en villas, tras haber pasado situaciones en la vida muy complejas y dolorosas, cuando no tienen nada más que perder, recuerdan qué disfrutan y se dedican a hacer lo que aman. Es en ese momento de vulnerabilidad, sin seguridades ni comfort que se apuesta en contra al miedo y se vuelcan por aquello que les brindará de nuevo la posibilidad de salir a flote. Cuando alguien hace algo que ama, se nota, sin dudas. Estos pequeños emprendedores, motivados por aquello que aman, tienen un rol enorme en la sociedad aunque no se den cuenta. En distintos talleres que brindamos desde Marcas que Marcan y trabajamos con el propósito de cada uno, nos contaban:
"Que las mamas puedan conectarse con ellas mismas y con sus bebés" dice Reina, una emprendedora que vende mobiliario y accesorios para mamás y bebés en la Villa 31.
"Contagiar a la gente de la ciudad del ritmo de vida en la naturaleza que tenemos en la aldea" nos contaba un grupo de artesanos de una tribu rural en Calcuta, India.
"Que cada persona se sienta bien consigo misma" es el propósito de Alicia, una emprendedora que revende ropa en un barrio humilde de Tandil.
Quizás ninguno de estos emprendimientos se vuelva masivo, llegue a miles de personas y sea una marca reconocida, pero cada uno de ellos cumple un rol fundamental, y tiene que ver con diferentes maneras para que cada uno conecte consigo mismo. En una época tan llena de estímulos y distracciones, en donde nos enseñan que hay que trabajar y aparte hacer un hobbie que disfrutemos, para cumplir el casillero de "algo que me hace feliz", nos olvidamos de lo importante: nosotros. Las empresas que buscan tener un propósito deberían aprender de estos emprendedores, que están dispuestos a embarrarse, a atravesar todo, a caerse y volverse a levantar, pero siempre buscan lo mismo: cumplir con su propósito, sea éste consciente y explícito o no.
Para poder "emprender con propósito" hay que primero encontrar TU propósito. Encontrar tu propósito resignifica todo. ¿Cómo encontrarlo? Es un camino muy personal e introspectivo, en donde se necesita más corazón que cabeza, pero más que nada, hace cosas que te permitan sentir. Conectarte con tu sensibilidad, con tu intuición, lejos de distracciones, de cosas que estimulen a tu mente y te hagan perder la conciencia. Volvé a hacer cosas que te relajen, que te conecten con vos, que te inspiren, que te motiven, y cuando encuentres una puntita que sientas que es la indicada, explora. El propósito está lleno de amor, de amor propio sobre todo, y se comunica con vos a través de tu intuición. Cuando lo encuentres, no va a hacer falta que corrobores si es o no, vas a darte cuenta de cuál es.
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